Se realizó la reunion del Consejo General del Salario donde la CTA
estuvo representada por su Secretario General, Hugo Yasky, junto a Pedro
Wasiejko y Roberto Baradel.
El Secretario General de la CTA se
refirió al acuerdo tripartito alcanzado para fijar el salario mínimo
vital y móvil en 4.400 pesos a partir del 1 de septiembre y a 4.716
pesos desde el 1 de enero de 2015.
El líder sindical expresó
que el acuerdo "fue un avance muy importante, porque ratifica en un
momento difícil de la economía donde hay muchos sectores tratando de
generar turbulencia, tratando de desestabilizar un rumbo, haber
recuperado en un 2300% el salario mínimo vital y móvil, y haberlo sacado
de un estado de inexistencia prácticamente, porque era una cifra
simbólica que estuvo congelada 10 años".
Después de haber
definido el valor del salario mínimo vital y móvil, Yasky agregó "haber
resuelto la conformación de un ámbito tripartito, que es la comisión
donde trabajadores, empleadores y gobierno vamos a hacer un seguimiento
del empleo".
"Si garantizar el empleo es una forma de garantizar
el salario creo que hoy por hoy es la prioridad que tenemos los
trabajadores y en ese sentido no solamente vamos a discutir instrumentos
para que la situación de conflicto con merma de trabajo no se
transforme en despido, sino también vamos a empezar un seguimiento de la
ley que se aprobó y que está siendo reglamentada con respecto al
trabajo no registrado y a otras situaciones que tienen que ver con
distorsiones del empleo que es el fraude laboral", explicó.
Sobre
la actualidad del escenario laboral dijo que "hay luces de alarma, no
es ese escenario de catástrofe que quieren pintar los multimedios que
responden a los sectores poderosos de la derecha, hay un escenario de
alarma real, puntualizados en determinados sectores, fundamentalmente el
que tiene que ver con la industria automotriz".
"Se han
generado empleos en los servicios y otras actividades, hay un
retraimiento en la construcción pero que se va a ir remontando con el
Procrear, no estamos en una condición como para entrar en ese infierno
que vaticinan los que nos quieren convencer de que haberse parado con
dignidad frente a los fondos buitres y al capital financiero
internacional tienen inevitablemente un costo, un castigo, y ese es el
escenario que quieren construir", explicó.
"El movimiento obrero
y las clases populares, necesitan apoyar estas leyes, porque hace falta
reformar las estructuras legales de una país que fue hecho para los
poderosos y para garantizar la ganancia a los que tienen la sartén por
el mango", remató.