El 25 de febrero de 2013
El secretario general de la CTA, Hugo Yasky, fue entrevistado esta
mañana por Cynthia García en el programa A Cara Lavada de Radio
Nacional. El eje central de la charla telefónica giró en torno al
conflicto docente. Transcribimos aquí el reportaje emitido en la mañana
de hoy lunes 25.
García: -Y la noticia coyuntural del día de hoy tiene que
ver, claramente, con el paro docente. Más de cinco millones de chicos no
van a empezar sus clases, en nivel inicial y primario y en quince
provincia tendrán complicaciones y se verán afectados por este paro
docente. Hay una falta de acuerdo salarial. Solo en ocho provincias los
alumnos inician las clases. Después vamos a ir dando algún dato de
aquella situación en el mapa nacional, pero está en línea para pensar
juntos acerca de este conflicto docente, que es el segundo año porque el
año pasado también hubo tensión por las paritarias y el no acuerdo, que
finalmente se recompuso, pero está Hugo Yasky, titular de la CTA en
línea. ¿Qué tal Yasky?, Cintia García lo saluda.
Qué tal Cintia, buen día.
-¿Cuál es la tensión más fuerte para que hoy todos los
gremios docentes se hayan agrupado y no empiecen las clases en casi todo
el país?
Creo que hay dos cosas. Lo primero lo mencionabas anteriormente: es el segundo año que el Ministro de Educación decide el cierre unilateral de la paritaria. Es el segundo año de intransigencia del gobierno y esto significa empezar a mostrar un camino que, de persistir, terminaría liquidando esta conquista que se logró a partir del año 2003 con la decisión de Néstor Kirchner y, en ese momento, el ministro Filmus, y que significó encontrar una manera de desandar lo que el neoliberalismo había instituido en términos de desigualdad y ruptura del sistema educativo. Con esto quiero decir que en la Argentina, el Estado Nacional, hasta el año 1978 en la dictadura militar, con José Alfredo Martínez de Hoz como ministro de economía, la Argentina tenía un sistema en el que el Estado nacional actuaba para compensar las desigualdades que lógicamente existían y van a seguir existiendo. Nunca Formosa y Corrientes van a tener las mismas potencialidades de las provincias más ricas como pueden ser Santa Fé o Córdoba. En esa época el Estado Nacional financiaba parte del salario de los docentes de primaria, casi todos los de media y además se hacía cargo de construcciones de escuelas. Las famosas escuelas Láinez. En 1978 José Alfredo Martínez de Hoz le transfirió a las provincias toda la educación primaria, la educación básica. Primera decisión. Pero se quedó con las escuelas secundarias a cargo, las famosas escuelas nacionales. En el año 1992, con Cavallo y Menem, el Fondo Monetario exigió a través de una carta de intención, que por supuesto se aplicó meticulosamente, el traspaso de los servicios educativos y la salud a las provincias. Es decir, un modelo en el cual es Estado Nacional fuera como lo decía el entonces Ministro de Educación y lo repitió durante toda la época de la Carpa Blanca “Nosotros somos un Ministerio sin docentes y sin escuelas”. La Carpa Blanca y la lucha de CTERA quiso volver a una presencia del Ministerio de Educación Nacional, pero no para resolver el tema de los salarios docentes sino para resolver el tema de la desigualdad. Porque la educación es un derecho social y los derechos sociales no dependen en su intensidad o en su eficacia del presupuesto, porque sino quiere decir que hay derechos de primera, de segunda, de tercera y de cuarta en la Argentina. Esa es la discusión de fondo. Si el Estado Nacional va a jugar un papel para paliar esas desigualdades o si vamos a dejar el modelo neoliberal intacto, para que cada provincia se arregle como pueda y que la que no tenga posibilidad de salarios dignos para los docentes, no tendrá una escuela digna para sus hijos. Esta es la discusión de fondo. Cuando en el 2003, con Néstor Kirchner y Daniel Filmus avanzamos en la Ley de Financiamiento Educativo fue para revertir eso que el neoliberalismo había hecho y realmente se avanzó muchísimo. Se llegó hoy a tener casi 6.5 puntos de inversión del PBI y ha sido un gran avance. Pero de no persistir en esta línea, como venimos de tan abajo, va a ser muy fácil retroceder. Lamentablemente es mucho más fácil destruir que construir y si el Estado Nacional no persiste en esta línea, como no lo está haciendo en estos últimos años, lamentablemente, va a haber un retroceso profundo, con una gran contradicción, porque cada vez se demanda más en términos de presupuesto. Porque hubo una ley, que fue extraordinaria, la Ley de Educación, que también se sancionó durante la gestión de Néstor Kirchner en la que se hizo obligatorio el inicial y la secundaria. Y un cambio radical: se le exige a los docentes cuatro años de formación terciaria. Es decir, nosotros estamos hoy con docentes que salen de una formación terciaria, ya tenemos las dos primeras promociones, estudian cuatro años más después de la media, y se les pretende pagar un salario inicial de 3200 pesos. Y encima se le hace propaganda como si fuera un gran logro. Una tremenda contradicción viniendo de quién viene.
Creo que hay dos cosas. Lo primero lo mencionabas anteriormente: es el segundo año que el Ministro de Educación decide el cierre unilateral de la paritaria. Es el segundo año de intransigencia del gobierno y esto significa empezar a mostrar un camino que, de persistir, terminaría liquidando esta conquista que se logró a partir del año 2003 con la decisión de Néstor Kirchner y, en ese momento, el ministro Filmus, y que significó encontrar una manera de desandar lo que el neoliberalismo había instituido en términos de desigualdad y ruptura del sistema educativo. Con esto quiero decir que en la Argentina, el Estado Nacional, hasta el año 1978 en la dictadura militar, con José Alfredo Martínez de Hoz como ministro de economía, la Argentina tenía un sistema en el que el Estado nacional actuaba para compensar las desigualdades que lógicamente existían y van a seguir existiendo. Nunca Formosa y Corrientes van a tener las mismas potencialidades de las provincias más ricas como pueden ser Santa Fé o Córdoba. En esa época el Estado Nacional financiaba parte del salario de los docentes de primaria, casi todos los de media y además se hacía cargo de construcciones de escuelas. Las famosas escuelas Láinez. En 1978 José Alfredo Martínez de Hoz le transfirió a las provincias toda la educación primaria, la educación básica. Primera decisión. Pero se quedó con las escuelas secundarias a cargo, las famosas escuelas nacionales. En el año 1992, con Cavallo y Menem, el Fondo Monetario exigió a través de una carta de intención, que por supuesto se aplicó meticulosamente, el traspaso de los servicios educativos y la salud a las provincias. Es decir, un modelo en el cual es Estado Nacional fuera como lo decía el entonces Ministro de Educación y lo repitió durante toda la época de la Carpa Blanca “Nosotros somos un Ministerio sin docentes y sin escuelas”. La Carpa Blanca y la lucha de CTERA quiso volver a una presencia del Ministerio de Educación Nacional, pero no para resolver el tema de los salarios docentes sino para resolver el tema de la desigualdad. Porque la educación es un derecho social y los derechos sociales no dependen en su intensidad o en su eficacia del presupuesto, porque sino quiere decir que hay derechos de primera, de segunda, de tercera y de cuarta en la Argentina. Esa es la discusión de fondo. Si el Estado Nacional va a jugar un papel para paliar esas desigualdades o si vamos a dejar el modelo neoliberal intacto, para que cada provincia se arregle como pueda y que la que no tenga posibilidad de salarios dignos para los docentes, no tendrá una escuela digna para sus hijos. Esta es la discusión de fondo. Cuando en el 2003, con Néstor Kirchner y Daniel Filmus avanzamos en la Ley de Financiamiento Educativo fue para revertir eso que el neoliberalismo había hecho y realmente se avanzó muchísimo. Se llegó hoy a tener casi 6.5 puntos de inversión del PBI y ha sido un gran avance. Pero de no persistir en esta línea, como venimos de tan abajo, va a ser muy fácil retroceder. Lamentablemente es mucho más fácil destruir que construir y si el Estado Nacional no persiste en esta línea, como no lo está haciendo en estos últimos años, lamentablemente, va a haber un retroceso profundo, con una gran contradicción, porque cada vez se demanda más en términos de presupuesto. Porque hubo una ley, que fue extraordinaria, la Ley de Educación, que también se sancionó durante la gestión de Néstor Kirchner en la que se hizo obligatorio el inicial y la secundaria. Y un cambio radical: se le exige a los docentes cuatro años de formación terciaria. Es decir, nosotros estamos hoy con docentes que salen de una formación terciaria, ya tenemos las dos primeras promociones, estudian cuatro años más después de la media, y se les pretende pagar un salario inicial de 3200 pesos. Y encima se le hace propaganda como si fuera un gran logro. Una tremenda contradicción viniendo de quién viene.
El eje de lo que usted está sindicando, ¿tiene que ver con
ponerle un tope a esas paritarias? Porque siguen teniendo vigencia. ¿El
tema es en rechazo a que el Gobierno les ponga unilateralmente un tope
del 22%? Claro, en realidad el Gobierno hizo un dibujito. ¿Cuál
era el sentido del piso salarial? El piso salarial, y en eso
evidentemente el Ministro Sileoni no creo que se equivoque porque es un
hombre avezado en educación y tiene una mirada, pero creo que está
haciendo un discurso para eludir responsabilidades y pretender mostrar a
los docentes como que no entienden la paritaria. ¿Cuál es el sentido de
la paritaria nacional? El sentido de la paritaria nacional no era
agarrar al 5% o 6% que está en el piso del salario y pagarle una cifra
en negro para levantarlo, porque eso es lo que hizo siempre el
neoliberalismo. Por eso teníamos 2/3 partes del sueldo que se pagaba en
negro en todo el país. Eso mejoró bastante. No
estamos en el ideal pero mejoró bastante. El sentido de la paritaria no
es levantar al 5% del universal, pagarle una cifra en negro y resolver
la paritaria. No. El sentido de la paritaria es poner un piso salarial y
con fondos nacionales, nutrir a las provincias que están con menos
recursos para que exista cierto grado de igualdad entre las provincias,
por lo menos en el sueldo inicial. Después, para arriba, por supuesto
que las que pagan más, pagan más. Pero hay que garantizar cierto piso de
igualdad. Y esto es lo que ha dejado de hacer el Gobierno Nacional,
porque Sileoni llama a los gobernadores, se reúnen, definen la cifra que
todos podrían pagar, es decir la más baja, y a partir de la más baja
ordenan la propuesta que después llevan a la paritaria. Esto pasó este
año, claramente. ¿Qué hizo Sileoni? No ofreció el 22%. Eso no es verdad.
Lo que ofrece el Gobierno Nacional, que llega al 22% recién en el mes
de noviembre, es decir cuando
termina el ciclo lectivo, si uno lo analiza en sus tres tramos, el
Gobierno ofreció el 18%. Imagínese que nosotros teníamos la expectativa
de acercarnos a un 25%. El 18% era la cifra más baja que todo el mundo
garantizaba con la menor cantidad de recursos nacionales. Eso fue lo que
hizo el Ministro. Y vino y cerró la paritaria en esa cifra. Del primer
día al último que se discutió, en tres reuniones, se sostuvo en esa
cifra. Y yo me cansé de llamar a distintos representantes del Gobierno
para tratar de explicar esto y que entendieran que era un error, que
comprendieran que si el Gobierno Nacional no da una señal clara para
tratar de resolver el conflicto, los Gobernadores que tienen una cultura
muy retrasada respecto de la escuela pública, salvo algunas
excepciones, en general se alinean detrás de lo que sea la política que
les cueste menos recursos. Y en esa mentalidad, lamentablemente, se
cerró esta paritaria.
¿Cuál es la provincia con mayores riesgos o complejidad en
cuanto a esta posibilidad negociadora? Porque también lo que dijo el
ministro Sileoni es que la paritaria era una línea orientativa para la
negociación provincial de cada una de las jurisdicciones. Entiendo lo
que usted dice, si esa paritaria es hacia abajo, no van a subir.
No, se zambullen de cabeza. Así como en la época de las paritarias
en la que fijábamos un piso, protestaban, decían que después le iban a
tener que pagar el mismo porcentaje al resto de los empleados del sector
público; ahora están felices y creo que la jurisdicción más compleja y
con más problemas es la provincia de Buenos Aires. Ahí, la
irresponsabilidad de Scioli es ilimitada. A mí me asombra. Me asombra
que alguien que gobierna el distrito más grande del país, que tiene un
sistema educativo con casi cinco millones de alumnos, el segundo de
América Latina, tenga la irresponsabilidad ilimitada de decir, cuatro
días antes de que empiece el ciclo lectivo, que no cuenta con los
recursos para hacer una oferta salarial a los docentes. Está diciendo
’no estoy en condiciones de garantizar el ciclo lectivo’. O está
diciendo ’voy a aplicar un ajuste feroz, un congelamiento salarial, para
que las clases empiecen’. Y uno piensa
¿Scioli no sabía? ¿el proyecto de gobierno de Sciolli tiene cuatro días
mirando hacia adelante? ¿no preveía el futuro? Cualquier hombre de una
casa de familia sabe, de acuerdo a cómo son sus cuentas, qué le va a
pasar dos, tres, seis meses hacia adelante y resulta que Scioli que
gobierna semejante provincia y quiere ser presidente, no sabía a cuatro
días que tenía la imposibilidad de resolver el tema de los salarios.
Ayer salió una nota muy interesante en Página12 de Horacio Verbitsky
donde compara lo que hizo Uribarri en Entre Ríos, una provincia con
fuerte componente sojero, donde el sector agrario es fuerte y aún así
hizo una reforma tributaria que hizo que los que más tienen, y el sector
sojero es uno de los que más tienen, tuviera que tributar más; elevó la
cantidad de recursos que el Estado pudo captar de esos sectores que
tienen excedente de ganancias y resolvió el tema de los ingresos. Scioli
hizo al revés. Hizo como
proponen los del Tea Party en Estados Unidos: le bajó la presión
tributaria a los que más tienen, subió los ingresos brutos, con lo que
elevó la presión tributaria de los que menos tienen, y, para ir tirando,
hizo que en la provincia pagaran más los que menos tienen. Y resultó
ser que ahora dice, como un hombre que lo lastimó el destino, está en la
vida no sabe cómo y no sabe cómo se resuelve el tema de los docentes y,
en todo caso, propone discutir cuatro días antes del ciclo lectivo la
coparticipación federal de la provincia de Buenos Aires. Es como una
tomadura de pelo no solamente a los docentes sino a todos los ciudadanos
bonaerenses, porque si esto es el gobernador que tenemos, estamos mal.
Estaba escuchando sus palabras, Yasky, y recordaba que el
año pasado, en el inicio de las sesiones legislativas, la Presidenta se
refirió duramente a los gremios docentes, justamente en la misma
situación que ahora, en el conflicto de paritarias. Históricamente,
desde el inicio del Kirchnerismo los gremios docentes han apoyado este
proyecto político y lo noto con un tono enojado, seguramente por la
tensión sectorial que representa esta situación. Y le pregunto cuál es
la cuestión de fondo: ¿se rompió esa alianza entre los docentes y el
kirchnerismo?
No, yo creo que en el tema de fondo no cambian las cosas. Este es
un episodio. Sabemos que la alternativa no sería la derecha. Aquí no
estamos fabricando un candidato político, no nos pasamos a la oposición,
no queremos ser engranaje de los sectores de la derecha, ni queremos
que nos use el Grupo Clarín ni nadie. Yo no estoy dando, prácticamente,
entrevistas a ninguno de esos medios. Y los que están en el Gobierno
saben bien lo que yo pienso y cuántas veces puse la cara por este
Gobierno cuando hubo que defenderlo, porque cuando lo critica la derecha
lo critica por las cosas buenas que hace. Y lo voy a seguir haciendo,
no pierdo de vista que esto es un episodio. Pero sí pongo énfasis en
señalar que si no se resuelve correctamente esto, vamos a romper no una
alianza con los docentes, sino un compromiso que asumió el Gobierno con
la escuela pública. Eso sería terrible, sería un gran retroceso, porque
uno de los derechos que hay que
restablecer en la Argentina es el derecho a la educación, a que siga
siendo la apuesta futura como derecho social. Porque la derecha quiere
mano de obra barata y cuando hay que buscar mano de obra barata, hay que
destruir el sistema educativo. Y eso pasó durante décadas. No se puede
minimizar el daño que produjo el neoliberalismo en sus distintas
expresiones en términos educativos, porque si uno minimiza eso, después
minimiza el alcance del compromiso que tiene que asumir con la escuela.
Porque, está bien, el Ministro dirá que construimos 1500 escuelas y que
se cambiaron las posibilidades, en términos de sostenimiento edilicio en
muchas provincias y es cierto. Si uno mira para atrás, se avanzó mucho.
Pero si uno mira para adelante, falta muchísimo. Y dos años de cierre
unilateral de la paritaria, y este último con un 18% real que se le
ofrece a los docentes, me parece que el Gobierno Nacional comete un
tremendo error.
Hugo le agradezco este contacto, vamos a seguir todas las instancias. ¿Qué es lo que sigue después del paro de hoy?
Espero que el Gobierno convoque y reabra la paritaria. Está en
condiciones de mejorar esa oferta. Creo que el Gobierno tiene que rever
eso. Sería un error no hacerlo.